Felipe Pigna: La historia no se repite, continua



El historiador, Felipe Pigna nació en 1959 en la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires. Es columnista de Radio Mitre, Rock and Pop y de las revistas Noticias, La voz del interior, Veintitrés y Todo es Historia. Ha publicado varios libros y los últimos dos que escribió Los Mitos de la Historia Argentina 1 y 2 son los más vendidos del país. Junto con sus alumnos del Pellegrini captó en un documental dos siglos de la Historia Argentina promoviendo el interés de sus alumnos en la materia. A los 18 años ya sabía cual era su vocación, la historia y sin lugar a duda no se equivocó.
Por Nicole Grouman

¿A que edad te diste cuenta que querías ser historiador?
A los 18 años, cuando terminé el secundario me gustaba la historia y más aún la antigua. Eso fue durante la dictadura militar de 1976. Uno se refugiaba un poco en la historia para tratar de entender lo que estaba pasando.

¿Por qué decidiste ser historiador, quién te motivó?
Una profesora muy buena de quinto año que se llamaba Giacometti. En aquel momento tan difícil, trataba de que pensemos en la historia a pesar de lo que sucedía.

¿Después de tu larga trayectoria como docente en el Pellegrini, qué te enseñaron tus alumnos?
Si uno es buen docente, se tiene que dar cuenta que enseñar es enseñar y aprender. Es un ida y vuelta. Creo que me enseñaron a ser más tolerante, entender sus gustos y como es la vida de los jóvenes estudiantes. Me enseñaron cosas que tiene que ver con la música a través de una estética que es distinta a la mía.
Trabajé mucho con los jóvenes para hacer los videos y a través de este proceso aprendí los enfoques que cada uno tenía sobre la historia de acuerdo a la edad. Un montón de cosas que uno no ve sólo y esta bueno verlo con gente de otra generación.

¿Cómo surgió el tema de los videos?
Empezó por una cuestión de necesidad propia porque siempre me interesó el cine. Me pareció que el material que había de documentales sobre la Argentina era incompleto y era parcial. Había que incorporarle la parte internacional y mirar al mundo un poco al revés de lo que se veía en la tele. Es decir enfocar al mundo desde América Latina, del centro a la periferia.

¿Cómo influyó eso en las notas de los alumnos?
Fue muy positivo porque mejoraron mucho las calificaciones y el interés de ellos en la historia. Los chicos fueron los protagonistas porque durante 10 años participaron del proyecto colectivo que yo dirigí. Hoy puedo decir con mucha alegría que el material esta en universidades de todo el mundo y en más de 4.000 colegios argentinos.

¿Qué le dirías a los estudiantes que no le encuentran el sentido a estudiar historia?
Les diría que no se esfuercen demasiado si no se lo encuentran (se ríe). Hablando en serio, les diría que se fijen en la cotidianeidad en lo que pasa todos los días y se van a dar cuenta que todo los que sucede tiene un referente histórico. Cuando uno lee un diario se puede dar cuenta que todo lo que lee tiene una significación desde la historia. Se entiende mejor los hechos actuales con el conocimiento histórico, es absolutamente práctico y útil. En esta época de utilitarismo, la historia es una herramienta muy instrumental.

Has dicho “la historia no se repite, la historia continua,” una frase con un significado de fondo trascendental en tus obras.
Estoy en contra del fatalismo porque no creo que la historia este escrita ni que haya una condena historia. La historia puede ser cambiada y debe ser cambiada. Cuando yo dijo que continua quiero decir que hay una cantidad de elementos que hace que sea muy parecida a lo que viene siendo. Por ejemplo, igual distribución de poder y de riqueza. En la medida que no cambiemos eso, la sociedad va a ser poco democrática. Los hechos no se repiten porque las circunstancias son distintas aunque las estructuras sean las mismas.

El escritor Marcos Aguinis ha dicho que “el curso de la historia puede ser cambiado, si fuimos coautores de nuestro descenso, podemos también ser coautores de nuestra recuperación”
Es lo mismo que señale antes. El futuro está en nuestras manos, no en las manos de alguien que decide por nosotros. Una cosa es el pensamiento religioso que sostiene que estamos en las manos de Dios, que esta bien y es respetable. Otra cosa es el pensamiento científico que tiene que basarse en el ciencia y en el estudio. En este sentido uno debe decir que el futuro de la humanidad esta en manos de los hombres para bien o para mal.

¿De que manera fue reinterpretado el modelo peronista en los políticos de hoy?
Yo creo que el peronismo clásico sería muy difícil de aplicar porque era otro mundo. En 1945 el escenario mundial era de posguerra donde todos necesitaban de los productos argentinos. Europa estaba desbastada, ni siquiera podían sembrar cosechas. Se había producido en la Argentina un proteccionismo automático porque acá había industrias y eso fue aprovechado parcialmente. Ese momento particular remitió a una distribución de las riquezas que hoy seria deseable y saludable pero difícil de concretar.

¿Los ideales de Perón pueden ser aplicados en la actualidad?
Los ideales que tenía Perón son muy difíciles de encarnar hoy en día porque cambiaron las circunstancias. Hoy el mundo es unipolar y en aquel momento el mundo era bipolar. Hay una sola potencia hegemónica que no quiere el desarrollo industrial del resto de los países.

Algunos piensan que Perón tuve algo que ver en las raíces del antisemitismo en la Argentina, ¿qué opina?
Yo creo que no. Perón tuvo en algún momento previo a la presidencia actitudes antisemitas. Durante su gobierno cambio y esto ha sido reconocido por la colectividad judía que señaló que hubo muy buenas relaciones. En su presidencia, la argentina fue uno de los pocos países que reconoció al estado de Israel.


Evita tenía buenas relaciones con la comunidad judía. Quizás lo criticable es que hubo un ingreso importante de nazis al país, durante las presidencias de Ramírez-Farell entre el 43 y el 46. Perón tenía que ver con esto porque formó parte de estos gobiernos, previos a su mandato. Hay que decir la verdad, esto también sucedió en Estados Unidos que cobijo a muchísimos nazis de alta jerarquía.
La Argentina tuvo la lamentable desgracia de tener a nazis como Adolf Eichmann, el autor de la solución final. El vivió en el país entre 1945 y 1960, o sea que también le cabría la culpa al gobierno de Frondizi y la Libertadora. Hubo que sacarlo secuestrado hacia a Israel para ser juzgado y finalmente ajusticiado.

¿Qué mito de la historia argentina te sorprendió más?
No sé si me sorprendió, pero me parece increíble que no se hable más del “granero del mundo,” un tema que trato en mi libro. En aquel periodo, la Argentina fue un país rico con gente pobre. El país a principio de siglo era la quinta potencia mundial, supuestamente.
El primer año de conscripción militar en 1902, el 46,5% de los soldados no podían ser admitidos porque estaban desnutridos y flacos. Un propio informe del gobierno de Biallet Masse señala el hambre y la miseria que había en la Argentina. Este informe fue publicado por el gobierno de Roca en 1904. Se sigue hablando de aquella Argentina como un ideal al cual deberíamos volver y realmente era un país muy injusto.
Otro mito, el más cercano y el más brutal es el de la convertibilidad. Una sociedad entera creyó que el peso valía lo mismo que el dólar y lo mantuvo durante diez años. La convertibilidad Menem-Cavallo es realmente un mito. El peso nunca podía valer lo mismo que el dólar porque la economía es 70 veces más chica que la norteamericana. Sin embargo, durante 10 años se mantuvo una verdadera ficción que al país le ocasionó un desastre como el del 2001.

Sin embargo, la devaluación del peso produce un aumento de los productos importados y la inflación.
Si, pero al mismo tiempo aumenta el turismo y se produce una reactivación industrial. El país esta mejor, indudablemente de cómo estaba en el 2001 cuando tocamos fondo. La convertibilidad sirvió en algún momento como una política de shock que debió haberse aplicado a corto plazo para después volver a la flotación de la moneda.

¿Cómo te llevas con el éxito y la fama?
Me llevó bien, que sé yo. No me siento un tipo acosado por la fama. Llevó una vida tranquila y trato de que el éxito me compromete más con mi trabajo. En las presentaciones de los libros hay gente de todas las edades que me dicen que no cambie. Uno debe escuchar eso, ese es el compromiso que uno asume además de escribir cada vez mejor.

¿Cuál es la receta básica de dos best seller´s consecutivos?
No los voy a dar porque quiero seguir siendo bestseller. Era una broma, creo que el éxito tiene que ver con preocuparse por la calidad de escritura para que sea una lectura amena. Esto sirve para acercarle a la gente conceptos complejos en idioma accesible. Estoy convencido de que a la gente no hay que hablarle de pavadas. Hay que hablarles en un idioma que puedan entender porque no todo el mundo puede acceder a la educación, esto es importante. La gente puede entender lo que uno esta en condiciones de explicarles.
El intelectual tiene la obligación de hablar en un lenguaje accesible, no tiene porque hablar en difícil para parecer como un intelectual. Debe hacerse entender con todo tipo de público, creo que esa es la razón por la cual la gente compra mis libros. Además, la crisis del 2001 disparó un fuerte interés en la gente por la historia.

¿Podes dar un adelanto de lo que será tu programa con Pergolini en 13?
El programa va a salir en agosto. Es una especie de viaje de dos amigos por el tiempo y el espacio donde recorremos lugares históricos. Para dar un ejemplo, estuvimos en la casa de San Martín en Francia en Bolounge Sur Mer. Vamos a estar en una reconstrucción de época del Cabildo Abierto el 22 de mayo. En muy pocos casos nos metemos con los protagonistas, sino que actuamos como espectadores. Va a ser un programa de mucha producción y trabajo. Se va a llamar “Algo Habrán Hecho,” para darle un sentido positivo a una frase nefasta de la dictadura. La mejor manera de contestarle a un represor, es efectivamente algo hicieron positivamente los desaparecidos. Si recordamos a los próceres San Martín y Belgrano es porque algo hicieron bien.

Con que adjetivos calificas a los siguientes personajes del pasado y del presente:

Kirchner
Esperanza
Menem
Horror y miseria
Perón
Voluntad Popular
Maradona
Magia
Evita
Pasión
El Papa Juan Pablo II
Conservador
San Martín
Honestidad y coraje

(Entrevista realizada a principios del 2006)

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